Las moras son una fruta suave, dulce, pero ácida, tan jugosa que se desborda cuando se recoge de su arbusto con espinas. Dulces y jugosas... la mayoría de las personas les gustan. Pero ¡ay!, no todo es lo que parece y las moras, al fin y al cabo, son un cultivo estacional: solo dan fruto en verano. Esto significa que no están disponibles en las tiendas o mercados durante todo el año. ¡Pero no te preocupes! Afortunadamente, hay una excelente manera de conservar estas jugosas bayas para que podamos disfrutarlas durante todo el año, sin importar la temporada. Este artículo responderá cómo mantener frescas las moras para que puedas seguir disfrutando de su sabor durante todo el año.
Congelar moras es una de las mejores formas de mantenerlas frescas. El congelado es una técnica maravillosa porque preservará su delicioso sabor y su textura encantadora. Pero congelar moras es un poco más complicado que simplemente echarlas en una bolsa y lanzarla al congelador. Estos son pasos críticos para asegurarte de que tus moras se mantengan frescas y sabrosas cuando las reutilices.
Comienza enjuagando las moras negras con agua fría para asegurarte de que estén limpias. Asegúrate de enjuagarlas bien para evitar que la suciedad o los insectos contaminen el aceite. Lo último que quieres es que esas bayas comiencen a echarse a perder.
Por esto congelas tus moras para que estén duras como piedras y luego transfieres esas pequeñas moras endurecidas a una bolsa de plástico para congelador. Escribe la fecha y lo que hay adentro en la bolsa. Esto también te permite saber cuánto tiempo han estado en tu congelador.
No sobrecargues las bolsas del congelador mientras las estás llenando. Moras Angel Florales Si las pones en el congelador, ten cuidado de no apretarlas demasiado o se pegarán y cuando llegue el momento de tomar solo un puñado de hermosas perlas negras dijo nadie nunca.
Para mantener tu bolsa bien cerrada, una solución es sellar al vacío el producto. Uno de esos aparatos elimina todo el aire de la bolsa para evitar quemaduras por congelación. Las quemaduras por congelación pueden cambiar el sabor y textura de tus moras.
También puedes blanquear las moras antes de congelarlas. Blancúalas poniéndolas en agua hirviendo durante unos segundos, luego ponlas inmediatamente sobre hielo. Esto ayuda a que mantengan su color brillante y su textura encantadora.